El cáncer de mama es probablemente el tumor maligno más conocido, y también uno de los más frecuentes. Tan solo en México, se detectan más de 23 mil casos nuevos cada año. Aquí te explicamos más sobre qué es un carcinoma de mama.
El cáncer de mama es un tumor que los especialistas llaman carcinoma de mama, y que se desarrolla de un tejido de origen epitelial, es decir, de un tipo de células muy comunes en nuestro cuerpo.
Al igual que los tumores malignos, el carcinoma se forma a partir de un grupo de células cancerígenas o malignas, las cuales se multiplican sin control y pueden extenderse a otros órganos o tejidos adyacentes. Cuando esto sucede, se dice que el cáncer ha hecho metástasis.
Es importante que sepamos que las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos mamarios y tejido conectivo.
El cáncer de mama puede dividirse en varios tipos según las características de las células de la mama sobre las cuales se desarrolla, así como tomando en cuenta el grado de extensión de la enfermedad y su evolución a lo largo del tiempo.
Sin embargo, para nuestro interés, es preciso destacar su clasificación morfológica.
Clasificación morfológica del carcinoma en la mama
Generalmente, estos tumores se desarrollan en el tejido glandular del seno, el cual está formado por los lobulillos (las glándulas que se encargan de la elaboración de la leche materna) y los conductos mamarios (los encargados de transportar la leche hasta el pezón durante la lactancia materna).
Como mencionamos anteriormente, estos tipos de cáncer son de origen epitelial y se denominan carcinomas.
Sin embargo, también existen tumores menos frecuentes que se desarrollan a partir de células con un origen diferente, como puede ser un músculo, grasa o tejido conectivo. A estos tumores se les llama sarcomas.
En muy raras ocasiones un tumor puede llegar a estar compuesto por células de distintos orígenes.
Ahora bien, los tres tipos de tumores que se presentan con mayor frecuencia, son:
- Carcinoma ductal invasivo o infiltrante (CDI).
- Carcinoma lobulillar invasivo o infiltrante (CLI).
- Carcinoma ductal in situ o carcinoma intraductal (CDIS).
La mayoría de los casos de cáncer de mama presentan un carcinoma ductal, del 70% al 80% de las veces. Seguido de este, viene el carcinoma lobulillar, siendo el segundo más habitual con una presencia entre el 5% y el 7% de todos los casos.
A continuación, abordaremos con mayor detalle estos tipos de carcinomas.
Características de los carcinomas de mama
Carcinoma ductal invasivo o infiltrante (CDI)
Se trata del tipo más común de carcinoma de mama, que ocurre en aproximadamente 70% y 80% de los casos.
Se desarrolla a partir de las células de origen epitelial (carcinoma), que revisten por dentro los conductos mamarios (ductal). Se le denomina invasivo o infiltrante debido a que se ha extendido hacia otros tejidos de la mama.
Este tipo de carcinoma en la mama, al ser como su nombre lo indica, “invasivo”, posee la capacidad para expandirse hacia los ganglios linfáticos y otras zonas del cuerpo.
Cabe destacar que también es el tipo más frecuente de cáncer de mama en los hombres.
Carcinoma lobulillar invasivo o infiltrante (CLI)
Es menos común que otros, pues representa poco menos del 10% de los casos de cáncer de mama.
De la misma manera que el carcinoma ductal invasivo, se desarrolla a partir de células de origen epitelial (carcinoma). Sin embargo, en este caso es en los lobulillos (lobulillar), y también se ha extendido hacia los tejidos de la mama que lo rodean (invasivo).
Este tipo de carcinoma en la mama puede afectarte sin importar la edad, aunque tiende a desarrollarse en mujeres de mayor edad que el carcinoma ductal invasivo. Se calcula que es más común alrededor de los 60 años.
Carcinoma ductal in situ o carcinoma intraductal (CDIS)
Este es el tipo más frecuente de cáncer de mama no invasivo. De manera similar al carcinoma ductal invasivo, se desarrolla a partir de células de origen epitelial (carcinoma) que revisten por dentro los conductos por donde circula la leche materna (conductos mamarios) hacia el pezón (ductal).
Sin embargo, a diferencia de los demás, es un tumor que todavía no se ha extendido hacia los tejidos de la mama que lo rodean. Es decir, se ha mantenido en el sitio (in situ) y, por lo tanto, no tiene capacidad (aún) de propagarse hacia los ganglios linfáticos adyacentes u otros órganos.
Se considera que el carcinoma ductal in situ es la forma más temprana del cáncer de mama.
Otros tipos de carcinoma en la mama
Ahora bien, existen otros tipos de cáncer de mama, que se diagnostican con menos frecuencia, pero aún así son algo totalmente posible y, por supuesto, te conviene conocerlos. Estos son:
Carcinoma inflamatorio de mama
Se caracteriza por ser un tipo de carcinoma en la mama con un comportamiento biológicamente agresivo, pero es poco frecuente. Se estima que menos del 3% de los casos de cáncer de mama diagnosticados tienen que ver con este tipo de carcinoma.
Afecta la mama entera, provocando enrojecimiento, una temperatura más alta de lo normal y acumulación del tejido adiposo, también conocido como piel de naranja, en un tercio o más de la piel de la mama.
Los síntomas de este carcinoma se deben a que la presencia de las células malignas obstruye los vasos linfáticos de la piel de la mama, causando así que se vea inflamada.
Este tumor es de crecimiento rápido y se suele confundir con un proceso infeccioso llamado mastitis, por lo cual resulta primordial aprender a reconocer y diferenciar estos síntomas para así llevar a cabo un diagnóstico que te permita iniciar un tratamiento adecuado lo antes posible.
Carcinoma lobulillar in situ (CLIS)
No se debe confundir con el carcinoma lobulillar invasivo o el carcinoma ductal in situ, los cuales hemos visto anteriormente. Este carcinoma en particular se debe al crecimiento celular anómalo de una o varias áreas del lobulillo.
Y, tal y como su nombre lo indica, este se encuentra en el sitio (in situ) y no se ha expandido. Sin embargo, su mera presencia indica que existe un riesgo mayor de que se pueda llegar a desarrollar un cáncer de mama invasivo más adelante.
Este cáncer de mama invasivo podría o no desarrollarse a partir de las zonas originales del carcinoma lobulillar in situ.
Generalmente, este carcinoma en la mama se diagnostica antes de la menopausia, de manera más frecuente en mujeres entre los 40 y 50 años de edad. Curiosamente, se suele diagnosticar como resultado de una biopsia de la mama llevada a cabo por otros motivos.
La enfermedad de Paget del pezón
También conocida como la enfermedad Paget mamaria o enfermedad de Paget del seno. Fue descrita por primera vez por James Paget en 1874.
Esta enfermedad es el resultado de la acumulación de células cancerosas en el pezón o a su alrededor. Se caracteriza porque, generalmente, el pezón o la areola se tornan escamosos y se enrojecen, también se produce comezón e irritación.
Esta es una forma muy poco frecuente de carcinoma en la mama, pero usualmente afecta a mujeres de más de 50 años de edad.
Aún no se sabe a ciencia cierta cómo se desarrolla la enfermedad de Paget, sin embargo, existen dos teorías.
La primera, es que las células cancerosas comienzan a multiplicarse en los conductos lácteos de la mama y luego salen a la superficie del pezón. La segunda, es que las células del mismo pezón se vuelven cancerosas.
Generalmente se le asocia a la presencia de carcinoma ductal in situ, aunque también se le suele asociar a un carcinoma invasivo.
Si bien esta enfermedad es común en las mujeres, los hombres también pueden verse afectados por ella.
Tumor filodes
También se les conoce como “cistosarcoma filodes”. Esta clase de tumores, representa menos del 1% de los tumores de la mama, y es en la mayoría de los casos de comportamiento benigno.
Ante esto, la clasificación de los tumores de la mama de la Organización Mundial de la Salud recomienda usar los términos de “tumor filodes benigno”, “con bajo potencial de agresividad” y “maligno”.
Sin embargo, los tres tipos de tumores filoides tienden a crecer con rapidez y por lo general requieren cirugía para reducir el riesgo de recurrencia en la mama (recurrencia local).
Estos tumores se originan en el tejido conectivo de la mama. Por lo general, estos tumores se sienten al tacto como masas en los senos que no causan dolor, aunque algunos pueden causarlo.
Los tumores filoides pueden aparecer a cualquier edad, aunque usualmente las mujeres afectadas por este tipo de tumores tienen edades comprendidas entre los 40 y los 50 años de edad.
A su vez, un pequeño porcentaje de pacientes llegan a presentar metástasis en los ganglios linfáticos regionales (axila) y también existe la rara posibilidad de extensión del tumor a otras zonas distantes del cuerpo.
Debido a que estos tumores pueden regresar, por lo general se recomienda el seguimiento riguroso con exámenes del seno frecuentes y estudios por imágenes después del tratamiento.
La importancia de la detección temprana del cáncer de mama: herramientas clave para una detección oportuna
Teniendo en cuenta que un carcinoma es un tumor maligno y que usualmente se manifiestan a través de un bulto o nódulo palpable, tenemos a la mano dos herramientas ideales para una detección temprana: la autoexploración y los estudios clínicos de detección.
Estas son algunas de las maneras más útiles para encontrar bultos sospechosos en los pechos y a tiempo, para así poder actuar cuanto antes y obtener un mejor pronóstico.
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que no todos los bultos que aparecen en las mamas son síntomas de cáncer. Algunos pueden deberse a fibrosis o tumores benignos.
Si te interesa conocer más al respecto, tenemos un artículo dedicado a ese tema: Tengo una bolita en el seno, ¿significa que tengo cáncer? No olvides que lo ideal es que si notas algún bulto en tus pechos se lo notifiques inmediatamente a tu médico de cabecera.
Referencias:
- El cáncer de mama en México (universidadinsurgentes.edu.mx)
- ¿Qué es el cáncer de mama? Tipos de tumores (geicam.org)
- Tipos de cáncer de seno (cancer.org)
- Tumores filoides de la mama (breastcancer.org)